El gobierno brasileño creará la Secretaría Nacional de Juegos para avanzar en la regulación y tributación del sector

La CPI-FUTE, la Comisión Parlamentaria que investiga casos de manipulación de partidos en las apuestas deportivas, se reunió con funcionarios gubernamentales, entre ellos José Manssur, asesor especial del Ministerio de Hacienda de Brasil, para discutir la regulación y la tributación de las apuestas deportivas.

En este encuentro, Manssur anunció que en los próximos días el Poder Ejecutivo enviará una medida provisional y un proyecto de ley al Congreso con el objetivo de regular el funcionamiento de los sitios de apuestas deportivas extranjeras que operan en el país.

El proyecto de ley incluye la creación de una Secretaría Nacional de Juegos y Loterías, que se encargará de regular no sólo las apuestas de cuota fija (como es el caso de los sitios web deportivos), sino la totalidad de los juegos y loterías de la Gobierno federal, según reportó la Agencia de Noticias de la Cámara de Diputados.

“Vamos a enviar [las propuestas] incluso a este CPI para que pueda contribuir a partir de las conclusiones que se puedan sacar aquí”, dijo Manssur, en la audiencia pública propuesta por el diputado Aureo Ribeiro (Solidariedade-RJ) para discutir la legalidad, fiscalidad y regulación de las apuestas deportivas.

También expresó que el Ejecutivo debe, a través de ordenanzas, establecer normas específicas para el tema investigado por el CPI: el fraude financiero que involucra sitios de apuestas con sede en el extranjero.

Según Mansur, el gobierno debería exigir que las empresas que operan los sitios de apuestas tengan su sede en Brasil, tengan un capital social mínimo y empleen a un número determinado de brasileños. También se requerirá un monto de subvención para fines de acreditación.

Manipulación de partidos

En respuesta al diputado Ribeiro, el representante del ejecutivo afirmó que se combatirá la manipulación de resultados en los partidos de fútbol con el uso de sistemas de monitoreo que permitan controlar en tiempo real los volúmenes de apuestas recibidos por todos los operadores acreditados en el país.

“Una apuesta, por ejemplo, de BRL 1 millón (más de USD 200.000) en un tiro de esquina, encenderá una señal amarilla dentro del Ministerio de Hacienda y, con base en el seguimiento del comportamiento estándar de los atletas, podremos determinar que las empresas retiren ese juego de la tarjeta de apuestas”, explicó Manssur.

De acuerdo con la normativa, los montos recaudados con las apuestas deben destinarse de la siguiente manera: 0,82% para el área de educación, 2,55% para el Fondo Nacional de Seguridad Pública, 1,63% para clubes por transferencia de marcas a los sitios web de apuestas, 10% para seguridad social y 1% para el Ministerio del Deporte. ´

“Cada día que Brasil no reglamenta este asunto, deja de recaudar BRL 10 millones (más de USD 2 millones)”, subrayó el funcionario de Hacienda.

Otros temas abordados en la reunión fueron el juego responsable y la ludopatía. “Apostar no es una forma de vida. La idea de ascender socialmente a través de los juegos no es un mensaje que el gobierno entienda como correcto”, agregó Manssur.

Por su parte, Waldemir de Sousa, subdirector del Departamento de Supervisión de Conducta del Banco Central de Brasil, afirmó que el flujo de pago de las empresas que tienen su sede en el extranjero se realiza a través de operaciones de cambio.

“No depende de nosotros ocuparnos de la regulación de las apuestas, pero sí de los flujos de pago. Esto está regulado por Bacen y tiene su propio código. Desde el punto de vista del Banco Central, todo está perfectamente dentro de la regulación cambiaria”, dijo.

Sin embargo, indicó que el banco tuvo que monitorear unos movimientos realizados ​​en apuestas luego de verificar un aumento “que llamó la atención” en el volumen de fondos movido: alrededor de BRL 8.000 millones (USD 1.647 millones) entre enero y junio de este año.

En este sentido, Sousa también demostró su apoyo a la regulación como la forma de mejorar el control de las operaciones sospechosas. “Creo que tendríamos ganancias en dos aspectos: tanto en la mejora de las condiciones de inspección como en la reducción del riesgo de uso de juegos para el lavado de dinero y el fraude, así como en un mejor trato a los clientes”, comentó.