Alrededor de 127 empresas de juego online escribieron una carta abierta al Gobierno indio, instándole a dar marcha atrás en su reciente decisión de gravar con un 28% el Impuesto sobre Bienes y Servicios (GST) el juego online, los casinos y las carreras de caballos en el país. La carta en la que participan, entre otros, Baazi Games, Dangal Games, y Gameskraft Technologies, también insta al Gobierno a separar los juegos de habilidad de las apuestas y los juegos de azar.
Según las nuevas normas, las empresas de juegos de azar de la India deberán pagar un impuesto del 28% sobre la totalidad del importe recaudado de los jugadores, frente a un pequeño impuesto sobre la tasa que cobraban hasta ahora por ofrecer juegos.
Las 127 empresas señalaron colectivamente que esta medida podría tener consecuencias devastadoras, como el cierre de negocios para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) y las empresas creadas recientemente que no dispongan de reservas de capital para soportar una subida de impuestos tan acusada.
La agencia de noticias Indo-Asian News (IANS) citó la carta, en la que se señalaba: "Además, esta decisión alentará a los operadores ilegales de juegos de azar en el extranjero, llevará a los usuarios indios hacia ellos y, en última instancia, no conducirá ni a una recaudación fiscal óptima ni al crecimiento de la industria legítima".
Según el informe, los juegos de habilidad en línea en India tienen una valoración empresarial de USD 20.000 millones, USD 2.500 millones en ingresos y USD 1.000 millones en impuestos anuales. Se estima que crecerá a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 30% para alcanzar los USD 5.000 millones de ingresos en 2025.
Mientras tanto, el número total de jugadores en línea indios ha crecido de 360 millones en 2020 a más de 420 millones en 2023. La industria nacional del juego atrajo IED por valor de más de USD 1.500 millones entre enero de 2021 y junio de 2022.
La ministra india de Finanzas, Nirmala Sitharaman
Después de que se aplique el nuevo impuesto, se estima que la recaudación total de impuestos sobre las ganancias de los jugadores superará el 50%, incluidos el GST, las comisiones de las plataformas y los impuestos sobre la renta. Esto significaría que por cada USD 100 que gaste un jugador, habrá un coste hundido de 28 dólares en concepto de GST, además de un cargo de entre USD 5 y 15 por la plataforma de juego y un 30% de impuestos deducidos en origen (TDS) sobre cualquier ganancia obtenida.
Sudipta Bhattacharjee, socio del bufete de abogados Khaitan & Co, declaró a la BBC que la medida "desincentivará a los jugadores y es totalmente incoherente" con las normas internacionales. Y añadió: "La medida ha sorprendido por completo al sector. Sacudirá la confianza de los inversores y provocará un invierno de financiación. Este tipo de régimen fiscal extorsionador va en contra de estas medidas y es necesario abogar a múltiples niveles para que se retracte de esta propuesta".
Gaurav Gaggar, promotor de Poker High, un sitio de póquer, también habló con la BBC: "Han matado de un plumazo a una industria multimillonaria. Y al mismo tiempo, la decisión podría dar un enorme impulso a los operadores ilegales e ilegítimos del país".
La All India Gaming Federation (AIGF) tampoco se mostró contenta con la decisión. Roland Landers, su director general, declaró: "Es muy lamentable que cuando el Gobierno ha estado apoyando al sector... se haya tomado una decisión tan insostenible desde el punto de vista jurídico. Será catastrófico para el sueño de economía digital de USD 1.000 millones del Primer Ministro".
Landers había señalado anteriormente que la decisión ignora más de 60 años de jurisprudencia legal asentada y agrupa los juegos de habilidad en línea con las actividades de apuestas. "Esta decisión acabará con toda la industria india del juego y provocará la pérdida de miles de puestos de trabajo, y los únicos que se beneficiarán de ella serán las plataformas ilegales antinacionales", afirmó.
La ministra india de Finanzas, Nirmala Sitharaman, explicó el 11 de julio, durante el Consejo del impuesto sobre bienes y servicios, que la decisión de gravar con el impuesto máximo los juegos y casinos en línea no pretendía acabar con el sector. Señaló que se debía a la "cuestión moral" que plantea el juego y que no puede gravarse a la par que los productos esenciales.
Al explicar la razón del impuesto del 28% sobre el juego en línea, Sitharaman dijo que era "poco práctico" satisfacer la demanda del sector de gravar las comisiones de las plataformas, ya que a las autoridades fiscales les resultaba imposible perseguir a cada jugador y averiguar dónde se habían realizado todas las apuestas.