En mayo de este año, el panorama para los pronósticos deportivos tomó un giro inesperado en Ecuador: el presidente Guillermo Lasso recurrió a la muerte cruzada, un mecanismo de control político que forzó tanto su salida como la disolución de la Asamblea Nacional, y que también permitió la entrada en vigor de un decreto que legaliza las apuestas deportivas.
Al mes siguiente, en junio, fue la Corte Constitucional de Ecuador la que aprobó una reforma tributaria que estableció un nuevo impuesto único para operadores y aficionados a los pronósticos deportivos, que comenzará a aplicarse a partir del 1 de enero de 2024, en tres meses y diez días exactamente.
Según dicha normativa, las plataformas de pronósticos deportivos deberán pagar el 15% sobre su base imponible, o sea sobre los ingresos totales sobre premios pagados. Si la apuesta es realizada en una operadora con residencia en el extranjero, será el apostador quien asuma el 15% del impuesto sobre el valor de su apuesta al momento de realizarla.
A este porcentaje, se deberá agregar una retención del 15% sobre el valor de los premios de los jugadores. Dicha retención será realizada por la plataforma o las instituciones a través de las cuáles se realice la acreditación de dicho premio. En Ecuador operan aproximadamente 26 sitios de apuestas y pronósticos.
Si bien el Servicio de Rentas Internas, ente encargado de gestionar la política tributaria, había advertido que la recaudación producto de esta actividad alcanzaría los USD 10 millones, un monto cercano al 0,01% de los ingresos nacionales actuales, medios ecuatorianos señalaron que “esta cifra parece reducida” y que los aportes serían mayores.
Entre los impuestos adicionales que se aportarían estarían los tributos sobre beneficios empresariales, sobre la renta de sus empleados, e impuestos indirectos por los insumos de la actividad. Añaden que estos “son más complicados de cuantificar, pero no cabe duda de que viendo el nivel de negocio, probablemente no sean reducidos”.
Sin embargo, en agosto, el horizonte para esta vertical se tornó más complicado: el Gobierno ecuatoriano suscribió y emitió el reglamento general a la Ley Orgánica de Comunicación, el cual prohíbe de la publicidad de “todo tipo de sistema de apuestas o predicciones deportivas”.
“Se prohíbe la publicidad engañosa, así como todo tipo de publicidad o propaganda de pornografía infantil, de cigarrillos, sustancias sujetas a fiscalización y todo tipo de sistema de apuestas o predicciones deportivas”, se lee en su artículo 56, el cual entró en vigencia a partir de la fecha de su suscripción, el 23 de agosto.
Ante este nuevo escenario, la Liga Profesional de Fútbol de Ecuador —conocida como LigaPro— manifestó su “profundo rechazo” y su “más enérgica protesta” ante esta decisión del Ejecutivo. “Esta prohibición no sólo impacta de manera directa en la salud financiera del fútbol y la industria del entretenimiento, sino que también pone de manifiesto una tendencia inquietante por parte del actual Gobierno en lo que respecta a la industria deportiva”, alertaron.
En un comunicado, anunciaron que tomarían acciones legales “para impugnar esta decisión inconstitucional y prejudicial para la industria del fútbol en el Ecuador”. “No podemos permitir que se menoscabe nuestra Constitución y se destruya uno de los pocos entretenimientos que mantienen el espíritu de nuestro país”, afirmaron.
El aún presidente Guillermo Lasso suscribe el reglamento de la Ley Orgánica de Comunicación
En diálogo con Yogonet, el abogado especializado y socio gerente de Gaming Law SAC, Carlos Fonseca Sarmiento, estimó que “la prohibición de la publicidad de los pronósticos deportivos ha sido aprobada mediante un decreto que tiene menor jerarquía a la ley” y que, en su opinión, “es inconstitucional”.
En esa línea, advirtió que si bien el decreto está vigente y que “técnicamente” ya está prohibida la publicidad de dicho sector en medios de comunicación, “las personas involucradas en este sector aún no lo cumplen y probablemente sea porque van a presentar medidas judiciales”.
Por su parte, el abogado y presidente de la Asociación Ecuatoriana de Derecho Deportivo, Celso Vásconez, sostuvo que “no se entienden los límites de la prohibición” y que, “con lo que ha evolucionado la tecnología, con el poder económico que manejan estas marcas, la verdad es que es un poco sinsentido cerrarle las puertas a algo que evidentemente ya está en Ecuador”.
A partir de ello, Vásconez destacó la gestión de países como Colombia, donde una entidad como Coljuegos “tiene el poder de las apuestas” y emite licencias a las compañías de pronósticos deportivos, recaudando dinero para las arcas del Estado. “Mientras, en Ecuador, prohibimos y vemos que la prohibición no tiene mucho resultado”, criticó.
En diálogo con la radio ecuatoriana City, el abogado consideró necesario que haya normativas para regular los pronósticos deportivos y resaltó la necesidad de que los clubes deportivos tengan códigos de ética para que los jugadores no puedan ser parte de las apuestas, a fin de evitar los conflictos de intereses.