El ingeniero Manuel San Román, experto y exregulador del sector del juego terrestre en Perú, destacó que las autoridades de dicho país hayan conseguido la regulación del iGaming en 2023, la cual permitirá la llegada de nuevas inversiones.
En entrevista con Yogonet, saludó la labor del actual regulador peruano y señaló que será “un gran reto” atender los procesos de autorización y registros para los operadores que busquen la licencia de funcionamiento. “Es conocido que el regulador tiene experiencia en cumplir con los plazos satisfactoriamente”, resaltó.
¿Cuál es el balance del 2023 para la industria del juego en Perú?
Considero que el balance del 2023 para la industria de juego en Perú es exitoso pues, luego de varios años, se ha logrado tener una Ley y Reglamento que permite regular la explotación de los juegos y apuestas deportivas a distancia, lo cual da un margen para las buenas inversiones, transparencia de los juegos, políticas de juego responsable, registro de autoexclusión, tributos y sobre todo una competencia leal entre las empresas.
Desde su punto de vista, ¿cuál fue la noticia o evento de la industria más importante del año?
Mirándolo desde un punto de logros que han generado noticias en los medios y en las redes, es sin lugar a duda el haber logrado una regulación en Perú, la cual es bastante actualizada. Vemos que otros países de la región aún están tratando de lograr una regulación. Es una labor que requiere mucho conocimiento de la actividad y entendimiento de parte de las autoridades de que es más importante tener una regulación de la actividad que prohibirla.
El 2024 se iniciará con la entrada en vigencia de la ley que regirá el sector online en Perú, ¿cómo espera que se desarrolle este proceso?
Lógicamente que al ser una actividad nueva en cuanto regulación de juegos de azar en el Perú, requiere contar con una política de puertas abiertas por parte del regulador para absolver consultas, lo cual se viene logrando con una buena apertura con gremios, laboratorios, operadores, proveedores de servicios vinculados, entre otros.
Teniendo en consideración que la Ley y Reglamento entrarán en vigencia el próximo 10 de febrero de 2024, se tiene tiempo para que los inversionistas vayan trabajando respecto a las plataformas, proveedores, laboratorios de certificación y otros.
Es un gran reto para el regulador el poder atender los procesos de autorización y registros cuando estos se presenten. Es conocido que el regulador de Perú tiene experiencia en enfrentar estos retos y cumplir con los plazos satisfactoriamente.
Habiendo jugado un rol fundamental en la regularización del sector terrestre en Perú, ¿cómo evalúa que se dé este proceso en el caso de los operadores de iGaming?
Son temas y acciones diferentes, pues el proceso de formalización del sector terrestre en el Perú contaba con menos del 4% de salas formales. Ante ello, fue necesario alcanzar el 100% de formalización en la actividad, a través de un proceso competencial, una Ley, un reglamento y el cierre de salas ilegales.
En el caso del iGaming, no es formalización. Las empresas que han venido operando no han sido informales, pues no había ninguna norma que le prohíba operar sin una regulación. Hay que reconocer que algunas empresas que se constituyeron en Perú desde hace un tiempo pagan impuestos y se han venido autorregulando, razón por la cual para estas empresas les será muy fácil alinearse a la regulación.
Además de Perú, países como Brasil y Chile están discutiendo cuál será el rumbo legal del juego online. ¿Cuál es el balance que hace de estos debates en la región?
Cada país es diferente, tienen sus propias peculiaridades. Sin embargo, considero que deben tenerse en cuenta las regulaciones ya existentes y desarrollar, en todo caso, regulaciones que permita una competencia leal, seguridad para el público, tasas de impuestos razonables.
Es un error cuando la regulación se desarrolla desde un punto impositivo. Del mismo modo, es un error prohibir la actividad, pues se logrará la existencia de juego ilegal, con todos los problemas que eso implica.