Paraguay: Apuestas clandestinas, un mercado negro que genera miles de dólares

Así como sucede en diversos países de la región, la industria del juego en Paraguay sigue batallando por lograr una regulación eficiente del sector. Las apuestas clandestinas aparecen como uno de los mayores desafíos a enfrentar.

En la siguiente columna para Yogonet, Javier Balbuena, director ejecutivo de la Asociación Paraguaya de Entretenimiento y Juegos de Azar (APEJ), brinda un panorama completo sobre la problemática del juego ilegal en Paraguay.

Muchos prefieren no hablar del tema y hacer caso omiso al avance del mercado negro de las apuestas clandestinas que ingresan a nuestra sociedad por diferentes medios, por ello hoy iniciamos una serie de publicaciones referentes a este mal endémico que afecta a toda la sociedad y que requiere del combate en conjunto de los sectores afectados. 

Desde la aparición de la regulación de los juegos de azar hubo en el mundo entero una lucha pocas veces frontal y muchas veces desleal entre los juegos formales y los informales o clandestinos, esa lucha generalmente la ha perdido el estado por su impotencia estructural y por la habilidad de los ilegales de eludir cualquier tipo de control, pero más que nada por el silencio y la falta de gestión cómplice de funcionarios desleales.

La captación de apuestas clandestinas genera un gran volumen de dinero fuera del control de las autoridades tributarias, infiltrándose de diversas formas al circuito financiero y comercial formal, afectando los indicadores económicos generalmente utilizados para valorar la situación económica del país, con la consecuente exposición  a sanciones en materia de prevención de lavado de dinero y activos;  y por supuesto, colaborando activamente en la producción de mal estatus reputacional del rubro que al final de la jornada simplemente es generalizado por la entidades financieras como excusa para rechazar el acceso a productos financieros y bancarios a las empresas del rubro.

En el caso de Paraguay, durante muchos años los ilegales se concentraron en la captación de apuestas clandestinas de los juegos tradicionales como la Quiniela, causando grandes perjuicios económicos a la empresa concesionaria del estado paraguayo y por supuesto al tesoro público, disminuyendo el potencial económico de los ingresos provenientes en material de canon fiscal por la explotación de dicho juego. Con el tiempo y con el avance de la tecnología los ilegales han ampliado su campo de acción y han desarrollado un esquema de clandestinidad e ilegalidad con respecto a las plataformas en línea de casinos on line y apuestas deportivas, generando miles de dólares que giran en torno al mercado negro de los juegos de azar.

Algunos países de la región han desarrollado un esquema de protección a las concesiones otorgadas legalmente por la institución reguladora, obteniendo como resultado el bloqueo de miles de paginas web que operan en sus respectivos países sin autorización legal, paliando temporalmente la vigencia del mercado negro, pues los ilegales se las ingenian para volver a subir sus plataformas y continuar con su red de apuestas clandestinas, por ello ese trabajo debe ser constante y periódico.

La disminución o erradicación de las apuestas clandestinas no puede encararse de manera aislada, debe ser realizada mediante un esfuerzo conjunto entre el sector público y el sector privado, ya que ambos sectores son afectados por este mal social que afecta y perjudica a los sectores más carenciados de la sociedad.

El avance del mercado negro de las apuestas clandestinas tiene varias aristas negativas desde todo punto de vista; afecta a las empresas concesionarias disminuyendo sus ingresos y convirtiéndolas en víctimas de un sistema de poco control del estado en general; afecta al estado por que disminuyen los ingresos provenientes del pago de canon fiscal por la explotación de juegos de suerte o azar, dado que muchos de los cánones a pagar por las empresas tienen directa relación con el volumen de los  ingresos de las empresas concesionarias, dejando en consecuencia menos dinero para la distribución a instituciones como la Dirección de Beneficencia y Ayuda Social (DIBEN)  que recibe el 30% de los ingresos provenientes de este rubro; afecta a los usuarios o apostadores quienes muchas veces no cobran sus premios debido a la faltad de identidad, estabilidad y seguridad de los organizadores de este delito.

Cada juego tiene características particulares y variadas, por ello la forma de combatir la clandestinidad también debe ser en ese sentido, en consecuencia, el órgano técnico regulador de los juegos de azar deberá generar un esquema de trabajo identificando aquellas características particulares y variadas de los juegos clandestinos generando un proceso de socialización y capacitación a las autoridades que forman parte de la persecución administrativa y penal de los responsables.

Se requiere en forma URGENTE combatir con fuerza a los organizadores de apuestas clandestinas en juegos como la quiniela, las apuestas deportivas,  las rifas, las carreras de caballos, los bingos radiales  y todas las plataformas que ofrecen juegos de casinos en línea sin autorización, para luego arbitrar los mecanismos legales que generen procesos de fiscalización, denuncias ante el Ministerio Publico, bloqueos de páginas web, allanamientos, imputación, acusación y sanción a los responsables del delito de explotación no autorizada de juegos de azar.

Estamos perdiendo el tiempo, una decidida campaña del Ministerio Publico, de la Policía Nacional, del Ministerio de Economía y Finanzas y por su puesto de la propia CONAJZAR y de las empresas del sector es lo que se espera para lo que resta del año 2024.