La Policía de Río de Janeiro llevó a cabo un operativo en el que se confiscaron 16 máquinas para atrapar peluches, ya que, de acuerdo a las autoridades, eran objeto de manipulación y fraude y detrás de ellas habría grupos criminales.
Según informaron medios locales, se investiga si dichos grupos criminales organizados manipulan estas máquinas para que adultos y niños piensen que atrapar los animales es una prueba de habilidad, cuando en realidad se trata de un fraude dado que las máquinas son programadas.
Esto se conoció con base en un análisis posterior de las máquinas, en el cual se detectó que su programación sólo permitía jugadas ganadoras después de un número determinado de intentos. Lo que facilita esos enganches esporádicos y exitosos es una corriente eléctrica que alimenta la garra de la máquina para que se aferre a su premio; si no la tiene, la garra se debilita.
Los usuarios, en su mayoría niños, gastan su dinero pensando que se trata de habilidad, cuando en realidad se trata de una apuesta al azar. De hecho, según explicó la Policía, estas máquinas son juegos de azar similares a las máquinas tragamonedas ilegales.
Con las máquinas se confiscaron también máquinas tragamonedas, ordenadores portátiles, tabletas, teléfonos móviles, un arma de fuego y peluches falsificados.
Este es el segundo operativo de este tipo que realiza la Policía, pues en mayo de 2024 había realizado uno similar, en el cual se incautaron 80 máquinas y 13.000 peluches. En aquel momento, los elementos incautados iban a ser destruidos pero, por petición de un grupo de legisladores, finalmente fueron donados a los afectados por las inundaciones de Rio Grande do Sul.
Los allanamientos hacen parte de una investigación que intenta determinar si hay grupos del crimen organizado detrás de esta estafa de las máquinas de peluches, que también manejaría máquinas tragamonedas ilegales y una lotería conocida como ‘Animal Game’ en la ciudad de Río de Janeiro.
En el estado de Santa Catarina, sur de Brasil, también se llevaron a cabo tres allanamientos similares durante la última semana de agosto.
Con los hechos, se dice que las máquinas de atrapar peluches se están convirtiendo en los nuevos enemigos públicos en Brasil.