La Unidad de Estudios Epidemiológicos en Salud Mental de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) realizó un estudio para evaluar el impacto de las apuestas en el sector estudiantil de esa provincia.
La investigación tomó como muestra un segmento de 496 estudiantes de entre 18 y 21 años, detectando que un 40% apostó dinero en juegos online al menos una vez.
De las primeras conclusiones que arroja el estudio, puede ver que los los varones muestran una tendencia mayor a las apuestas online. El 42% de los varones encuestados declaró haber jugado alguna vez, mientras que entre las mujeres esa cifra llega al 26%.
A pesar de notarse una alta participación en las apuestas, solo el 18% de los estudiantes que lo hicieron continúa haciéndolo de forma activa. Entre las razones que llevan a los jóvenes a dejar de apostar se destacan como las más comunes la falta de interés o el aburrimiento.
“Aunque la edad de inicio en el juego patológico se sitúa en la adolescencia media (14 a 17 años) y tardía (18 a 21), cuando se trata de juego en línea surge a una edad más temprana, ya que muchos comienzan a jugar en grupo, con apuestas colectivas”, detalló Raúl Gómez, director de la investigación.
A la hora de elegir en qué apostar, entre los 196 estudiantes que admitieron hacerlo más de la mitad lo hizo en casinos online. Del resto, el 12% se inclinó por las apuestas deportivas y otro 24% señaló que, además de las apuestas deportivas, también participa en otros juegos como la lotería o los casinos virtuales.
En lo que respecta a factores factores sociodemográficos, los estudiantes que viven en la ciudad mostraron mayor tendencia a apostar en línea, seguidos de cerca por quienes provienen del interior de la provincia. En cambio, estudiantes de otras provincias u otros países presentaron tasas más bajas de participación.
Alejandra Cuasnicu, integrante del equipo de investigación, observó que “la encuesta muestra que los estudiantes que generan de sus propios recursos económicos tienen mayor probabilidad de haber jugado”. El 74% de estudiantes que trabajan para financiar sus estudios admitieron haber apostado alguna vez, frente al 35% de quienes dependen económicamente de sus familias.