En medio de la creciente polémica sobre el mercado de apuestas en Brasil, Magnho José, presidente del Instituto Brasileño de Juego Legal (IJL) y editor del sitio web BNLData, comentó los recientes estudios e investigaciones que apuntan al impacto negativo del sector en la sociedad. En un artículo, Magnho calificó los estudios de "especulativos" y acusó a los organismos del sector de demonizar el mercado de las apuestas.
"Todos los estudios publicados en los últimos meses sobre el mercado de apuestas online en Brasil deben ser tratados como especulativos y que producen narrativas distorsionadas. Ha quedado claro que estos 'estudios dudosos' tienen el claro objetivo de demonizar el sector e idiotizar a los apostadores utilizando datos poco fiables", afirmó el experto.
Magnho señaló que la falta de regulación del mercado de las apuestas en los últimos seis años ha contribuido a crear un entorno desorganizado y ha permitido la proliferación de operadores ilegales. Para él, el retraso en la regulación generó problemas que ahora se utilizan como argumento contra el sector.
"El problema generado por las apuestas deportivas en la sociedad brasileña se debió a la falta de regulación del deporte durante seis años. Esto ha dado oportunidades a empresarios ilegales y criminales, que no tienen ningún compromiso con la protección del apostador y ninguna responsabilidad con el mercado", explicó.
A su vez, cuestionó los datos presentados por la encuesta Datafolha, que indicaban que el 65% de los brasileños están a favor de prohibir las apuestas deportivas. Magnho sugirió que estas cifras son el resultado de una campaña negativa que, según él, ha sido organizada por sectores de la economía que se sienten amenazados por el crecimiento de las apuestas.
"¿Sería saludable para la sociedad que el instituto [Datafolha] revelase quién pagó la factura para crear esta nueva narrativa?", preguntó Magnho, señalando el alto coste de realizar una encuesta basada en casi 2.000 entrevistas cara a cara.
El experto también advirtió sobre los riesgos de una posible prohibición de las apuestas, señalando que esto podría fortalecer aún más a los operadores ilegales. Según él, impedir que los brasileños tengan acceso a las apuestas reguladas sólo fomentaría el mercado clandestino.
"Los problemas a los que se enfrenta la sociedad actual aumentarán exponencialmente porque los operadores ilegales seguirán operando en la clandestinidad. Estos operadores deberían pensárselo bien antes de convertir las buenas intenciones de los ciudadanos honrados en nuevos negocios para el crimen organizado. Quien quiera jugar y apostar, y no pueda hacerlo conforme a la ley, lo buscará en el mercado informal. La industria de la prohibición es una actividad muy lucrativa", expresó.
Finalmente, Magnho consideró que el verdadero reto ahora es implantar una normativa eficaz que garantice la seguridad de los jugadores y el control por parte del Estado y destacó la expectativa de que las normas reguladoras entren en vigor el 1 de enero de 2025 como un hito para el sector.