El Govern de Cataluña se pronunció sobre la inminente quita de beneficios fiscales para el megaproyecto de Hard Rock y manifestó que no tendría por qué ser “un impedimento” para llevar a cabo la iniciativa turística y de juego que la empresa estadounidense busca construir en la provincia de Tarragona.
Cabe señalar que el Parlament se prepara para debatir y votar una proposición de ley que apunta a eliminar los privilegios fiscales que, según lo aprobado en 2014, permitían que el megaproyecto pague sólo un 10% de impuestos sobre los ingresos del juego, en lugar del 55% que le correspondería.
Dicha propuesta legislativa es promovida por la Esquerra Republicana (ERC) y En Comú Podem (Comuns), y fue uno de los acuerdos que el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) suscribió con las referidas agrupaciones para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat.
Ante dicho escenario, la consejera de Economía y Finanzas del Govern, Alícia Romero, sostuvo que, si bien “es verdad que se modifica la fiscalidad, eso no tiene por qué ser un impedimento” para la realización del megaproyecto
“Pero no depende de nosotros, dependerá de la decisión de los inversores”, añadió en diálogo con Catalunya Ràdio.
La funcionaria admitió que al Govern le “agradaría que siguiera adelante” el centro recreativo y turístico en los municipios de Vila-seca y Salou, y justificó la decisión del PSC de ceder en la cuestión de la fiscalidad, ya que el Ejecutivo, en minoría, debe forjar alianzas con sus socios parlamentarios.
Según explicó, el Hard Rock es un proyecto que debe “complementar” el parque de diversiones Port Aventura con centros de congresos y grandes espacios comerciales. Sobre el permiso para el casino, se limitó a decir que la autorización no fue otorgada durante la gestión del PSC.