La Cámara de Diputados aprobó el impuesto selectivo sobre las apuestas

El martes 17 de diciembre, la Cámara de Diputados de Brasil aprobó el proyecto de ley que regula la reforma fiscal. Entre las medidas, figura la introducción del Impuesto Selectivo (IS) sobre las apuestas físicas y en línea y los deportes de fantasía. El texto espera ahora la sanción del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT).

Apodado el "impuesto del pecado", el IS se aplicará a los productos considerados nocivos para la salud y el medio ambiente. Además de los juegos, también se gravarán otros artículos como las bebidas alcohólicas, los refrescos y los cigarrillos. El objetivo es que el impuesto adicional sirva para desincentivar el consumo.

Todavía no se ha definido el tipo del IS, que se concretará en el futuro mediante leyes ordinarias, informó la Agência Senado. Por lo tanto, de momento no es posible saber qué porcentaje tendrán que pagar las empresas de apuestas.

Organizaciones como el Instituto Brasileño de Juego Responsable (IBJR) y la Asociación Nacional de Juegos y Loterías (ANJL) se han manifestado en contra de cobrar el IS desde que se planteó la posibilidad. En opinión del sector, el impuesto podría favorecer el mercado ilegal de apuestas.

"¿Cuál es el gran problema? Si hay una fiscalidad excesiva, lo que se quiere combatir, que son los problemas de salud, dejará de participar gente que desarrolle algún tipo de enfermedad, y se acabará fomentando fuera del mercado legal y fuera del control del Estado. Y entonces va a ser mucho peor", afirmó Ana Helena Pamplona, profesora de derecho fiscal y consultora de la ANJL, durante una audiencia en el Senado en noviembre.

"Hay que recordar que el sector ya tiene un 12% adicional, previsto en la legislación específica", dijo Pamplona, refiriéndose a los Ingresos Brutos del Juego (IGJ), que deben pagar las casas de apuestas y que fija la Ley 14.790/2023. "Gravar más al sector podría ser perjudicial. El éxito del régimen fiscal significa éxito en la regulación", subrayó.

En la misma línea se pronunció el director general del IBJR, André Gelfi, cuando se posicionó en contra del IS en octubre, también durante una comparecencia en el Senado en octubre.

"Con la reforma fiscal, estos impuestos, que actualmente rondan el 23%, deberían subir al 38,5%, sin incluir el impuesto selectivo. Esta carga representa un reto importante si queremos tener un mercado formal que se ocupe de las externalidades y si el Estado puede controlar realmente lo que ocurre. Si se aumentan los impuestos, se pierde el control", argumentó.

Gelfi añadió: "Presentamos sugerencias a esta Cámara tanto para la supresión de este asunto del Impuesto Selectivo como para una tasa más razonable. Evidentemente, cuanto más baja sea la tasa, más fácil será que tengamos realmente un mercado competitivo".