Luego de la promulgación de la Ley 7438, la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar) se prepara para su traspaso a la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), mientras se planifica y reglamenta la nueva normativa que permitirá terminar con el monopolio de las apuestas y la quiniela, e incrementar los recursos para combatir el juego clandestino.
Por un lado, es inminente el inicio del proceso de desmonopolización de la quiniela, ya que la licencia vence en las próximas semanas, por lo que se llamará a una nueva licitación. Con la nueva legislación, hasta tres empresas pueden explotar el servicio.
Sin embargo, en cuanto a las apuestas deportivas, Daruma SAM-Apostala tiene la concesión hasta 2028. En este caso, la ley también establece que el rubro puede ser operado hasta por tres empresas, por lo que Conajzar busca adelantar la licitación para que ingresen dos nuevos operadores al sector.
Eso representa un desafío legal para el ente regulador, por lo que ya está analizando los mecanismos y las alternativas disponibles para una nueva licitación sin vulnerar los derechos adquiridos. "Efectivamente, la firma Daruma SAM tiene la licencia hasta el año 2028. El equipo técnico-jurídico está estudiando las acciones a ser implementadas a partir de esta promulgación", explicó el presidente de Conajzar, Carlos Liseras, en diálogo con el medio La Política Online.
Carlos Liseras
"Hay varias empresas nacionales y extranjeras interesadas en la explotación de las apuestas deportivas. Con relación a la quiniela, en pocos días vamos a estar publicando el llamado a licitación para adjudicar tres licencias", añadió.
Daruma SAM, bajo la marca Apostala, tiene la explotación exclusiva del rubro de apuestas deportivas en Paraguay hasta 2028. En su momento, también se presentaron BGaming, Gambling y Play Tech, pero Daruma SAM fue adjudicada nuevamente, ya que los demás oferentes, según informaron, no cumplían con las exigencias estipuladas en el pliego de bases y condiciones.
Desde el sector privado, si bien celebraron la erradicación del monopolio y la apertura del mercado, subrayaron que Apostala ganó la licitación en su momento con un flujo de caja, de acuerdo a una inversión determinada, y firmó un contrato de cinco años con el Estado, el cual “no debería quebrantarse”. También destacaron que hay una presión muy grande, porque “todos quieren licitar las apuestas deportivas”, debido al alto volumen de dinero que mueven.