La sociedad andorrana Lleure 3D, que se presentó junto al grupo francés Barrière al concurso internacional para gestionar el futuro casino de Andorra, presentó una demanda judicial contra el resultado del concurso. En un comunicado de prensa recogido por La Vanguardia, los dos socios enumeraron los motivos que les llevaron a presentar una demanda a la Justicia contra el resultado del concurso, y en la que solicitan la "suspensión urgente" de la adjudicación de la licencia a Jocs.
Ambos socios aseguran que el proyecto ganador de la empresa andorrana Jocs incluye aspectos "ilegales" y calificaron de irreal su propuesta de edificio. Esta demanda se suma a las presentadas por los otros aspirantes, Casinos de Àustria, Cirsa, Genting y Partouche, en las que también solicitan la suspensión de la licencia. Este viernes termina el plazo para que el Gobierno de Andorra haga público si concede o no la licencia a la propuesta ganadora.
Barrière y Lleure 3D alertan del perjuicio "exorbitante" que supondría para Jocs si se le concede la licencia y construye el casino, en el caso de que la Justicia dictaminara el carácter ilegal de la adjudicación.
El abogado de Lleure 3D, Benjamí Pujol, asegura que "Jocs SA aportó un contrato con una opción de arrendamiento firmado por un señor en calidad de propietario que no tiene la capacidad jurídica para firmar este contrato", por lo cual no puede garantizar el terreno donde construirá el casino. En ese sentido, recordó que la propuesta de otro de los aspirantes, Genting, fue descartada por una situación similar.
Además, denuncian que el proyecto arquitectónico plantea un edificio "irrealizable" porque dibuja una cubierta en su zona superior que no existe, y debido a que plantea un enlace con la avenida Meritxell por una calle privada, cuyos propietarios no concedieron la autorización.
Lleure 3D y Barrière también cuestionan la capacidad de gestión del casino de Jocs ya que no puede acreditar la experiencia de los otros aspirantes. Exponen que el acuerdo con el proveedor tecnológico se limita a la gestión de las máquinas del juego, por lo que quedan excluidos aspectos esenciales como la formación de los trabajadores o la prevención de la adicción al juego de los clientes.